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CICATRICES



devolví los últimos libros. ni siquiera los leí. he trasladado mi centro de gravedad a un lugar diferente. con maceta. dedico el tiempo a limar las últimas asperezas. quitar los puntos, secos, y admirar mis bonitas cicatrices. ahora lucen suaves, tenues, en mi piel, como las de la adolescencia. hoy es domingo. 

UN MOMENTO CUALQUIERA

hoy tocaba la sempiterna biblioteca, mi lugar, el de nadie. una invención. ahí imaginé quedar para un primer encuentro con un chico. me he micro enamorado. esperaba a la cola de las que se dejan siempre el carnet en casa y excepcionalmente con el carnet de identidad pueden sacar sus libros. miraba mi turno y miraba al chico. me ha recordado a scott mathew, por su pelo y su barba. tenía pinta de judío ortodoxo. vestido de negro, sus largas manos blancas asomaban para realizar todas las maniobras necesarias para encontrarme en la red. lo observaba a paso lento. después me ha devuelto el carnet.
CARA A CARA
una tarde cara a cara merece la pena sólo por oir de alguien bastante más joven que una misma que el hombre tiene la edad de la mujer de la que se enamora. una tarde cara a cara merece siempre la pena. con alguien así, más todavía. el sábado he quedado con un amigo para tomar unas cerves. aunque con los aviones nunca se sabe. hay muchas maneras de estar conectados. las de verdad y las que imaginamos. las reales y las virtuales. me pregunto cuál de las cuatro es a la que más veracidad le podemos otorgar o si todas ellas forman parte de una sola, el yo con lo otro. personas corpóreas y personas incorpóreas que urdimos en nosotros mismos. creo que todas me valen, de momento me valen.


ME DOY UN PLAZO
hoy he ido a mi lugar. la biblioteca. siempre es un placer. siempre. voy a devolver unos libros. algunos los he leído, incluso varias veces. los gráficos, claro. dejo algunos que no leí y al dejarlos se me ocurre que son como algunos con amor y todo eso, vienen se van sin darme tiempo ni a leerlos enteros. solo por encima, algunas hojas, no todas. pululan, van de mesa en mesa, sin mucho interés pasan por mi casa una temporada hasta que se cumple el plazo. a veces, incluso, antes de que se cumpla, porque qué hacen ahí sin hacer nada más que esperar mientras leo otros. definitivamente no tenía que haberlos sacado. tengo un larga lista de libros esperando a ser leídos. pero no me resisto y saco más de los que me dará tiempo. será que no quiero leerlos. vamos a darnos un plazo. un tiempo de libros a la espera. luego ya veremos.
LLAMAS ADENTRO
en ocasiones me prendo. a lo bonzo. con llamas adentro. bolsa de hielo y lluvia. debería de aprender de aquellos que usan el arte del disimulo sueco, del enfriamiento. y aguardan. esperan su momento. con rabia inactiva pero latente. con cartilla de racionamiento. no puedo leer todos los libros de la biblioteca pero lo parece. enfríar la emoción. detenerla, prou. time out o lo que sea. no siempre es posible pero se intenta. a veces no es tan decisivo lo que se dice como el cómo se dice. cuestión de enfoque y cuidado. estar en el otro. la determinación libera de la emoción. enfría. es una bolsa de hielo. como la lluvia, que libera de la tensión creada en el ambiente del agua evaporada.
TÉ CON NUBE
me levanto, me preparo un té con una nube, y me meto entre las sábanas a leer. en esa nube. tomo notas. creo que voy a dejar de hacerlo. dejas de saber lo que te deja huella, lo que te sorprende. prefiero el recuerdo espontáneo que emana, que te habla, que te cuenta y entonces escribes. me he propuesto terminar de leer los libros de la biblioteca. todos. los buenos propósitos al final se convierten en obligaciones. esa voz que te va dando órdenes. ahora esto, ahora lo otro, y te conviertes en tu propio autómata. a veces hay que hacer algo imperdonable para seguir viviendo.

LO QUE SUCEDE, CONVIENE


dice una amiga. he estado en la biblioteca leyendo, qué gusto. yo. ahí. a mi bola. por fin. he pedido otra tarjeta, no por impaciencia, sino porque la necesitaba para renovar, a veces, la función sigue a las formas. no pasa nada. viene un alumno, de hace ya unos años, un alumno ilustrador con mayúsculas. estudia para ser maestro, ya lo es. una persona. y siento una gran satisfacción de ver y sentir. me voy sin despedirme porque una amiga viene para estar juntas y hablar. lo importante es esto. y todo lo demás, que espere.
TAPAR LA BOCA
he perdido mi carné de biblioteca, lo encontraré como se encuentran las cosas, viviendo. me dice un amigo que no hay nada peor que proponerse algo para no conseguirlo, nada peor que tener expectativas para que no se cumplan y encima sentirte mal por ello. me hice el propósito de no comprar más libros. y cuatro este mes, y tres bolsitas colgando del brazo, bolsitas de felicidad, mojadas en agua. seguiré con mi firme propósito de no proponerme nada.
 
UN POCO FELIZ
voy a la biblioteca, no lo demoro más. el solo hecho de pensar que estoy yendo, que voy y estaré un rato allí, me hace un poco feliz. he comprado otro libro a pesar de. llevas la bolsita de la librería con tiempo para vivir dentro, como aquel amigo que siempre la llevaba colgando de la mano y lo iban a operar para estirpársela. en la biblioteca paso un rato largo, buscando libros que ya están prestados. pero a cambio encuentro otros sin buscarlos. concentrada subo las escaleras. otra planta. allí no busco, ahí encuentro y siempre algo que me transporta a un tiempo distinto. la carnicería de bastien vivés. otro tiempo, otro espacio, otro ritmo. lápices de colores, planos, luz, trazos, me diluyo. el tiempo narrativo es casi real, se expande, se encoge, se mueve, se respira, sientes el chicle. nunca-sentí-nada-igual leyendo un cómic.

UN SEGUNDO ES UNA ETERNIDAD
un día cualquiera, como todos, no, el día. voy a la librería. hace tiempo que no compro un libro, decidí no comprar libros. el último que compré lo doy por perdido, un desastre. además, prefiero la biblioteca, te sientes más digno como lector, para mi, recorrer los pasillos, en silencio, a solas, es una sensación llena de placer. pero voy a comprar un libro, uno que si quiero tener. justo voy, justo lo veo, justo lo compro, rápido, casi no me detengo a ver nada más, algo que suelo hacer, me paro a ver algunos de Freud, los tengo, los he leído. lo pienso, lo he pensado, y se que ocurrirá, parece que invoco y ocurre. salgo, tengo prisa por volver a la piscina, toca ducha. la bolsa del libro la dejo en el manillar, ni siquiera lo meto en el maletero, la dejo ahí, lo sé. parece que tengo prisa, pero no la tengo. ahí colgada. la moto, el semáforo y ahí. no quiero mirar, no sé por qué hago el gesto para quitarme el casco. me agobia ¿qué hago? un segundo se convierte en una eternidad, sin tiempo, sin espacio, no hay nada. mierda de segundo. quiero arrancarme un trozo de mi, dejarlo ahí, no quiero más.