Mostrando entradas con la etiqueta amiga. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta amiga. Mostrar todas las entradas

SOÑAR



el miedo no existe*. no debería. sin peligro real, sólo imaginado. scott mathew acompaña. dice una amiga que ahora soy dj rita. la música sucede cuando suceden cosas. esa música. acompaña como una banda sonora de pequeños momentos. me dí la vuelta y soñé. me vino la imagen de una caracola donde alguién se escondía, con miedo a salir. no había música. tomé sus manos, su cabeza, sus pies. con suavidad, hacia fuera. sal. hay sol, humedad, algo de hierba, -le dije. algo de esto le hizo salir, u otra cosa, nadie lo sabe. la cocina es un buen lugar para bailar.
*Meritxel Duran
*no queremos saber lo que pasa ni lo que nos aguarda. lo que queremos es que vaya pasando el tiempo y al fondo, bajo la puerta, la ilusión de una rendija de luz. 
ELLA
conocí a una chica. bella. a mi me lo parece. ayer estuvimos hablando largo rato. preocupada por el amor y todo eso, la observo. me cuenta que la otra noche había recibido varios mensajes de quienes, en algún momento, habían estado en su vida, estuvieron y se fueron. no entendía el se fueron. no entendía varios mensajes, ni el momento. coincidencias. le dije, desde aquí se ve todo más claro, que debía ser motivo de alegría en todo caso, pues a pesar de que esos momentos acabaron, ellos, los otros, de algún modo, de un modo chulo, la recordaban como algo especial y que yo también la percibía así. seguimos hablando de mil cosas, riendo, no paraba de reir a pesar de, y bebiendo infinito. y al final, cuando ya nos ibamos. al despedirnos, algo mareadas las dos, me cogió la mano y dijo, Rita, todavía los lloro, solo alguno, no a todos, pero tienes razón. nada tan especial. fui, río, con ella, otra vez.

MORIR

La délicatesse me ha hecho llorar, una amiga me dice, es que el principio es triste y duro. he llorado todo el final. no es de llorar. yo me se, yo presiento. yo siento el punto miedo. otra vez la despedida. pero esta vez, la propia, un amigo me dice, las despedidas son necesarias, pero de nosotros mismos. cuando morimos debemos despedirnos. porque morimos no solo una vez. me ha hecho pensar todo el día. debemos despedir nuestro cadáver, no arrastrarlo en descomposición. algo importante. me siento rio otra vez. pero termina feliz. cuando te despides de tu cadáver estás preparado para el amor. amor de verdad.

DESPEDIDAS


voy a ver una peli. la vida de pi. ni idea de la trama. personajes ni nada. es un cuento. me leí arquetipo de ralf köning y resulta que también esto parece un arca de noé. sorprendente. de saltar del asiento, de gritar en medio de la sala a oscuras. cuesta un poco el comienzo. luego se vuelve un cuento mágico con gran atractivo visual, incluso maravilloso, un deleite  para la imaginación, mundos hermosos inimaginables, además uno tras otro, como las plagas. pero yo siempre me detengo en algún punto. el tiempo se para, stop and wait. el narrador, hindú, cuenta que lo perdió todo, su familia, su país, su casa, su chica, podemos soportar todas estas pérdidas, pero el no despedirnos, es mucho más dificil de soportar. la despedida nos hace avanzar, dejando atrás lo que ya no está ni volverá. son necesarias, son trascendentes, son importantes. deberían ser obligatorias. rememoro las veces que he podido despedirme y las que no. las diferencias son incómodas. 
DÍAS GARRAPIÑADOS
una amiga hace garrapiñas de todo lo que encuentra, pistachos, sésamo, coco, macadamias, pipas. nos trajo unas muestras de cada para comer y pasamos unos días, de los buenos, dulces y crujientes. ahora lo queremos todo así. queremos el tranvía, el día, las manos y las nubes garrapiñadas...  la garrapiña envuelve las cosas y las mejora, las protege, las hace apetecibles, más aún, les da cobertura. hay días torcidos, días sin garrapiña, secos, desnudos, que deberían ser garrapiñados de inmediato.  seríamos más felices.

ALEGRÍA
salgo con una amiga. mi amiga. ya por necesidad y a pesar de, al final de la semana. siempre me río con ella hasta niveles pasmosos. hasta llegar al paralís y la trombosis. alegría, claro, unas cañas frescas, algo para picar y mucho para hablar. están de moda las barbas. será la crisis, porque ellas, nosotras, nos dejamos el pelo largo también, en la cabeza, solo en la cabeza. de camino a casa, algo nublada y muy contenta, recorriendo las pocas calles de la ciudad, con poca gente y muchas luces, veo chicos con barbas y pelos largos, no muy largos, un poco. muchos. me dan más confianza lo que llevan el pelo rapado. rapados no, mejor hasta quedarse calvos, la cabeza despejada para pensar, están ahí para decir lo que piensan, no, mejor, para decirlo sin recorteces, incluso aquello que no se espera de ninguna forma, dejando la tontería atrás, muy atrás. qué poder tiene el pelo que los vuelve ágrafos.